Sarandon y Deneuve: una escena de pasión vampírica única
Todos los amantes del cine recordaremos a buen seguro el papel que interpretaron Susan Sarandon y Catherine Deneuve en la película británica The hunger, estrenada en España bajo el título de “El ansia” en 1983. En The Hunger los protagonistas eran vampiros, unos seres de la noche que se integraban a la perfección a la vida del Manhattan de los años ochenta, haciendo acopio de los mismos intereses e instintos que los seres humanos: dinero, poder y sexo.
Vampiros de los 80
La película nos cuenta la vida de Miriam, protagonizada por Deneuve, y la de su marido John, interpretado por David Bowie. Ella es una vampira milenaria que transformó a su marido alrededor del 1700 en Francia, y desde entonces han estado juntos. Hasta entonces todo ha ido bien en la relación de esclavitud sexual que existe entre vampira y marido. Es reseñable el hecho de que la pareja acabe vistiendo prácticamente igual tras tantos siglos de convivencia, mimetizando sus formas de ser en un estilo de vida particular y gótico.
Sus vidas comienzan a cambiar en el momento en que él comienza a envejecer de forma repentina y se ven obligados a recurrir a los servicios de la doctora Sarah Roberts, interpretada magistralmente por Susan Sarandon. El triángulo amoroso que formarán a partir de ese instante hace de la película una oda al erotismo puro y duro.
Detalles y detalles de Tony Scott.
El director, Tony Scott, logra una atmosfera cargada de erotismo, misterio y oscuridad, y consiguió un efecto pasarela al hacer desfilar a Deneuve continuamente en la película con los diseños de Yves Saint Laurent. Tanto fue así que más tarde Givenchy citaría la película como fuente de inspiración para su colección A/W18.
Deneuve aparece radiante en todo momento a lo largo de toda la película. El papel que interpreta, una vampira que permanece perfecta por toda la eternidad, viene refrendado por el uso del lápiz de labios acompañando cada nuevo conjunto con el que aparece. Ese color rosa intenso, contrastando con su rostro pálido, le dota de una vitalidad espectacular y de una atractiva visión.
La película fue centro de atención por su alto contenido en erotismo, aunque la escena que más dio que hablar fue el momento de seducción entre Deneuve y Sarandon. Aunque se comenta que Denueve usó un doble para esa escena, lo cierto es que en plena década de los ochenta, una escena tan cargada de lesbianismo y erotismo no era tan bienvenida.
Fueron muchas las críticas que recibió Sarandon por interpretar esa escena, reflejadas en las cientos de cartas homofóbicas que su madre recibió al respecto. Por fortuna no fue suficiente, y Sarandon nos deleitó con una de las mejores escenas del cine contemporáneo.
La música es de gran importancia en la película. El solo hecho de comenzar con música de Bauhaus en la primera escena, deja bien claro las intenciones del director. La banda post-punk pone banda sonora en el momento en que el matrimonio de vampiros atrae a dos góticos para apartarlos de un club. El final sangriento que encuentran con música de Bauhaus de fondo, es simplemente sobrecogedor.
La música clásica acompaña al resto de la película, hecho que encaja a la perfección con la pasión que la pareja siente al tocar el piano y el violonchelo.
El diseño del interior de la vivienda de la pareja de vampiros está inspirado en un vídeo de Céline Dion, concretamente en el de All coming back to me now. Cortinas blancas que ondulan en las ventanas abiertas y paredes austeras revestidas de frio mármol, consiguen un ambiente de posguerra mundial.
La crítica
Hay que decir que cuando se estrenó no tuvo mucho éxito en cuanto críticas se refiere, de hecho, en más de una ocasión se la catalogó como una película mala de vampiros. Prestigiosos críticos de cine dijeron que era angustiosamente mala, que había escenas horrorosamente ejecutadas y que tenía una trama lenta, un ritmo demasiado pausado y que las imágenes y la atmósfera se hacían muy pesadas.
Pero el tiempo ha conseguido cambiar esas opiniones. Hoy en día ya nadie niega que The Hunger se haya convertido en una pieza imprescindible del cine. Sin duda, es una película post- modernista de vampiros, donde no importa mostrar los instintos bisexuales y lésbicos de una vampira.
La película consiguió acaparar un buen número de seguidores que siempre han rendido culto a esa atmósfera tan glamurosa como oscura, logrando que fuese y sea muy popular entre muchos segmentos de la cultura gótica de las décadas de los 80 y 90.
Como amantes del cine, recomendamos sin duda esta película. Puede que para muchos no sea una obra maestra del cine, pero es de las pocas películas de terror en la que los vampiros se nos presentan de una forma totalmente diferente, y a buen seguro que te impactará la atmósfera en la que transcurre y las escenas envolventes que nos regala a lo largo de todo el filme.