El individualismo. ¿Qué conseguimos mirando cada uno por nuestra propia felicidad?

Last Updated: 12/02/2018By

En los últimos años, el concepto “pareja” ha cambiado radicalmente.

La mujer se ha convertido en una persona independiente que no necesita a nadie para ser feliz y el hombre en alguien que no sabe realmente lo que quiere.

El individualismo en la sociedad actual

 

El individualismo. ¿Qué conseguimos mirando cada uno por nuestra propia felicidad?

Lo que antes definíamos por relación tenía mucho que ver con el apoyo mutuo y mirar por el bien del otro, dependiendo de la persona que teníamos al lado para cualquier decisión o para realizar actividades conjuntamente, pero hoy en día, más que comprensión podríamos estar hablando de competencia, en definitiva, hablamos del individualismo en la pareja.

 

¿Cómo influye esta situación en la pareja y a su estado psicológico?

 

El individualismo. ¿Qué conseguimos mirando cada uno por nuestra propia felicidad?

Encontrar el amor en sí es un proceso difícil, que además muchos todavía lo complican más mirando únicamente por ellos mismos. Esta situación les fuerza a buscar la felicidad por distintas vías que no implican depender de otra persona para encontrar el bienestar, lo que resulta ser en muchos casos una frustración y una vida en soledad, aunque se esté rodeado de gente.

Esta búsqueda hace que cada miembro de la pareja tenga proyectos de vida distintos, lo cual hace que sus caminos vayan separándose poco a poco, llegando a convivir juntos pero viviendo separados. Pero, ¿qué es lo que se consigue realmente con esto? A nivel psicológico, no compartir ningún vínculo con la persona que tenemos al lado puede ocasionar periodos de desmotivación y sensación de vacío y soledad. La realidad es que las personas hemos nacido para relacionarnos y, como tal, necesitamos de los demás para conseguir nuestro bienestar propio.

 

Efectos negativos del individualismo

 

El individualismo. ¿Qué conseguimos mirando cada uno por nuestra propia felicidad?
Así, sin dejar de pensar en uno mismo y buscar la felicidad propia, no debemos olvidar el apoyo que nos puede proporcionar otra persona, sin tener que encerrarnos en nuestra propia vida y seguir un camino distinto al del resto.
Debemos tener clara una cosa: la búsqueda del amor y de una pareja para compartir nuestro día a día no tiene que venir dada por una necesidad de dependencia de ésta, sino por una necesidad de compartir momentos para poder compartir también la felicidad que uno mismo siente cuando los vive. ¿De qué sirven los logros, los sueños cumplidos, las metas que queremos alcanzar si al final de todos estos caminos no hay nadie esperándonos para celebrarlo? Sí, la felicidad le llena a uno, pero si tiene con quien compartirla.

 

Dejando a un lado el individualismo

 

Individualismo en la pareja

Una cosa es evidente: las personas somos difíciles, y por ello hacemos difícil también el hecho de buscar un compañero de vida. El amor es mucho más complicado que la amistad, la familia, pues existen muchos factores que crean controversias, como los celos, las mentiras, la desconfianza o el ser demasiado sincero.

Pero vale la pena mirar por un proyecto en común, el individualismo tan solo hará que pierdas la oportunidad de vivir la experiencia más placentera, ser feliz con alguien al lado que pueda vivir contigo y construirte esa felicidad a la vez que tú se la construyes a él o a ella también.

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