Contra los días de perros… ir a Perros

Last Updated: 06/13/2019By Tags: , ,

Todos hemos pasado más de un día de perros en nuestras vidas. Y el que no, miente o le comienza  a flojear la memoria. Que si el día que suspendí un examen y pensé que el mundo se acababa. Que si cuando me quedé encerrado o atrapado  en algún lugar. Que si cuando dejé o me dejó un novio o una novia, etc.

Yo tengo acumulados en la memoria esos tres días de perros y muchos más y ahora me río de esos tres días de perros y de los que vendrán porque estoy “entrenado” en convertirlos en “anécdotas”.

Te voy a contar uno de ellos. Cuando era chaval nos metimos en el campanario de la Iglesia varios niños mientras el cura decía Misa a media docena de beatas muy  metidas en años. Entramos a hurtadillas a la Iglesia y subimos al campanario para coger las palomas que había en los nidos (una travesura anual que teníamos institucionaliza). La torre era muy alta y arriba estaba llena de nidos, una delicia para pequeños depredadores como éramos nosotros. Hoy nos tratarían como delincuentes ecológicos, pero nosotros oíamos a nuestros padres y a todo el pueblo decir que “las palomas se comen el trigo de los campos y de las eras”… por lo que cazarlas era una contribución a la gastronomía y un bien para el bolsillo (trigo = dinero), por aquello de que “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”… y si se los comen las palomas no ayudan al compañero.

Pero no calculamos bien el tiempo. La Misa se acabó, el cura se desvistió y se vistió y se fue. Se fue y cerró la puerta de la Iglesia… ¡con nosotros dentro… y estaba ya anocheciendo!  Pasaba el tiempo, uno lloraba, el otro se meó la garrilla abajo y yo pensaba… ¿cómo vamos a salir de esta travesura y que no se enteren nuestros padres?

Pues milagrosamente acabó todo bien. Se me ocurrió tocar las campanas y esperar a que el cura viniera a ver quién las tocaba, pues él era el único que tenía la llave… y eso fue lo que pasó exactamente. Tocamos las campanas y nos escondimos en el confesionario, el cura entró y fue al campanario a ver qué pasaba… y en ese “intermedio” lo que pasó es que salimos del confesionario hacia la calle como un cohete… como si aquí no hubiera pasado nada. Y no pasó “nada”, el cura siempre pensó que fue un milagro de algún santo que se manifestó tocado las campanas, y yo siempre pensé que fue uno de los días más perros de mi vida… porque aquello pintaba a película de terror (de noche, todo oscuro, moviéndonos a tientas, encerrados bajo llave… en una Iglesia… los santos mirándonos y supongo que pensando… ¡pecadoresssss!).

Pero no te cuento esto para recordarte tus días de perros, te cuento esto porque una manera de compensar esos días de perros que tenemos todos es ir en un viaje de turismo a… ¡Perros!

Ploumanac Bretagne Perros
Ploumanac’h ‑ Perros‑Guirec – La Bretagne

Perros (significa “la cima del cerro”) está en la Bretaña francesa y su web dice así:

Perros te ofrece un litoral de 13 km y 3 playas de arena fina. Para las familias y los apasionados de los deportes acuáticos, es el paraíso celestial. Uno de sus barrios, Ploumana’h, que antiguamente era una aldea de pescadores, hoy es un centro turístico. El visitante podrá disfrutar de la panorámica casi irreal que ofrece un majestuoso grupo de rocas rosas, esculpidas por el mar y el viento. Un paraje natural de una belleza sin igual”.

Un amigo acaba de venir de allí con su pareja y me ha dicho que tengo que ir sí o sí. Me ha enseñado las fotos que ha tirado, he visitado la web https://www.vacaciones-bretana.com y pienso que una buena manera de recuperarse de esos días de perros que todos tenemos es ir a “la central”: a Ploumanac’h ‑ Perros‑Guirec.

Ploumanac - La Bretagne - Perros
Ploumanac’h ‑ Perros‑Guirec – La Bretagne

Si por “A” o por “B” o por la distancia no puedes ir a Francia, hay también un plan “C” en España que a lo mejor lo tienes a un tiro de piedra, y es nada más ni nada menos que el famoso Despeñaperros.

Parque Despeñaperros
Parque Despeñaperros

Contra los días de perros… a Perros o al Depeñaperros. Hay que darle la vuelta a la tortilla  y convertir los “días de perros” en “bellas anécdotas”.

Anonimus Amorimus

Agradecimientos a:

Lo mejor de la Bretagne

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