No dejes que el “Síndrome del Impostor” arruine vuestra relación
Las personas tendemos a compararnos con los demás; es un hecho. No hay día que uno salga a la calle y piense: “uf, me encantaría atreverme a llevar ese peinado…”,” madre mía, lo que haría yo por tener unas piernas tan esbeltas…”
Esta realidad ha llegado a desproporcionarse con la llegada de las redes sociales, y es que a pesar de ser un gran aparador para las marcas y para el mundo en general, también son un arma de doble filo. Cada día vemos a decenas de personas publicando contenido “promocionando” sus felices vidas, sus esculturales cuerpos, sus maravillosos logros profesionales. En cada instante de nuestras vidas actuales nos vemos rodeados de gente que hace saber al mundo que ha triunfado y nosotros estamos siendo espectadores de dichosas noticias desde el sofá de nuestras casas.
Es triste, pero es así: nos gusta auto sabotearnos.
El auto sabotaje es un comportamiento que claramente erosiona a una persona desde las más profundidades de su interior, y es algo tremendamente común en las relaciones de pareja.
Dejadme haceros una pregunta… ¿Alguna vez os habéis preguntado qué hace una persona tan maravillosa a vuestro lado? ¿Qué demonios ha tenido que pasar para que, de entre todas las personas con las que podría estar, os ha escogido a vosotros? Queridos lectores, os estáis haciendo de menos, y esto tiene que cambiar inmediatamente.
Aquellos que sufren del “Síndrome del Impostor” son hombres y mujeres que temen que algún día sus parejas descubran cómo son realmente. Verdaderamente desconocen por qué el amor de sus vidas todavía no ha sido capaz de identificar la gran lista de defectos que les caracteriza; por qué son incapaces de darse cuenta de que son un auténtico fraude. Es tal la preocupación y la presión que en muchos casos la persona decide abandonar la relación antes de que “la verdad salga a la luz”.
¿De qué tenemos miedo? ¿De que nos descubran una lorza nueva? ¿De que en realidad nuestra personalidad se asimila a la de una bruja que vive bajo el mar? La persona que ha decidido amarte sabe perfectamente cómo eres, y sabe perfectamente cuáles son tus mayores inseguridades, y aun así continúa estando junto a ti. Sorprendente, ¿verdad? Eso es porque te quiere, punto y final.
Es lógico que tengas miedo de que algún día te abandone la persona a la que amas, pero el amor es así, un día está en plena efervescencia y al siguiente te levantas y lo único que te encuentras es una nota agradeciéndote todo este tiempo. Pero lo que está claro es que no hay ningún tipo de conspiración detrás sobre la descubierta de tu verdadero ser, eso son concepciones que nos hemos implantado nosotros mismos en la cabeza, y ha llegado el momento de deshacernos de ellas.
Lo que voy a decir sonará muy cliché y quizás ya demasiado masticado, pero todos tenemos imperfecciones, y es algo que va a continuar siendo así. La perfección es francamente aburrida, no hay por donde cogerla. Son estas imperfecciones las que nos hacen únicos y memorables al mismo tiempo, lo que pasa es que no nos atrevemos a ser vulnerables y nos atemoriza que los demás las identifiquen y de alguna manera las utilicen para hacernos daño. Lo entiendo, esta sensación no desaparece de un día para el otro, pero poco a poco debes empezar a confiar en tu valía y debes aceptar lo que consideras negativo acerca de ti para construir una despampanante fortaleza de seguridad y confianza en uno mismo.
Hace tiempo que desde Zhazz creemos que es importante mantener una comunicación honesta y transparente desde el principio de cualquier relación. Eso hará que todas las cartas estén sobre la mesa y no haya posibles dudas acerca de las razones por las que te aman. Es difícil, pero confía en nosotros; nos gusta creer en el amor verdadero.
La pregunta es… ¿cómo puedes empezar a librarte de estas malas vibraciones? Con la persona que más te quiere y se preocupa por ti; con la persona que ha firmado voluntariamente para, ojalá, pasar el resto de sus días a tu lado.
Este relato forma parte de Hamor, la sección de nuestro blog en el que escritores amateurs nos cuentan sus historias más íntimas. ¿Te animas?
Agradecimientos a: Foto de Tasha Kamrowski en Pexels, Ismael Sanchez