Me Quiero…. Me Quiere
Quién de nosotros no ha oído la frase; “Quiérete a ti mismo primero y lo demás vendrá solo”.
Parece ser que la Astrología sabía esto hace ya miles de años. Venus que es el planeta del amor, (el lucero del Alba), curiosamente también simboliza la autoestima (aprecio o consideración que uno tiene de sí mismo).
¿Por qué el amor de uno mismo es tan importante? ¿Os imagináis viviendo con un compañero de piso, al que no soportáis? Y al revés, ¿con un compañero de piso, al que amáis, comprendéis y apoyáis en todo? Pues bien, ese compañero de piso, somos nosotros. No hay nadie que pase más tiempo contigo, que tú mismo.
Sin embargo, con frecuencia, a ese compañero de piso le ponemos muchos condicionantes para amarlo…
“Ahora no puedo quererme…pero cuando adelgace, sí lo haré.”
“Ahora no puedo quererme…pero cuando esté mejor económicamente, sí lo haré.”
“Ahora no puedo quererme…pero cuando cambie de trabajo, ´si lo haré.
La palabra clave es “cuando”. Y el “cuando” debe ser “AHORA”. En este preciso momento.
Todos tenemos cosas que no nos gustan, rasgos del carácter que reprimimos o queremos anular. Es lo que normalmente denominamos como “la sombra”. El Psicólogo y psiquiatra suizo Carl Jung, la define así:
“La Sombra describe la parte de la psique que un individuo preferiría no tener presente. Contiene las partes negadas del yo.”
Esa parte menos amada, en Astrología está representada por Plutón. Y Plutón no queda fuera del círculo de nuestra carta astral. Está dentro, al igual que los otros planetas de nuestro sistema solar. Plutón es el planeta de las profundidades del alma humana, que nos invita a indagar, para comprenderlas mejor y así intentar canalizar nuestros instintos más primarios, nuestros miedos ancestrales, aquello que menos nos gusta de nosotros…
A veces me imagino la sombra, como el hijo no deseado que espera ansiosamente que lo amen. Y entonces me compadezco de ella.
El querer anular esta parte nuestra que menos nos gusta, tiene una razón de base y es que todo ser humano busca que lo amen.
Aunque tengo que daros una mala noticia y es que al anular esa parte de nosotros que no nos gusta, la sombra encuentra otras vías de manifestación, como es “la proyección”. O sea, utilizar al otro como espejo.
Lo que nos irrita o enfada especialmente de otros, suele ser parte de nuestra sombra o rasgos inconscientes. Así que, por la cuenta que nos trae… mejor amarnos, tal y como somos y desde este preciso momento.
Cuando empezamos a amarnos sin reservas, con comprensión, es como si algo mágico se abriera en nuestro corazón y empezamos a sentirnos unidos a todo lo que nos rodea (o Neptuno) y a apreciar su belleza (o Venus). Y este camino también es de vuelta, cuando apreciamos la belleza en cualquier cosa que observemos, eso abre nuestro corazón.
Y ahora, tengo que daros una buena noticia… El amor busca otras vías de manifestación y también utiliza al otro como espejo. Lo que amamos y nos gusta de otra persona suelen ser rasgos nuestros, que seguramente aún no estén lo suficientemente desarrollados, pero si los reconocemos es porque están ahí.
Así que algún día, puede que aquel carnicero o panadero que nunca habíamos soportado, de pronto, empiezan a caernos bien. Entonces, alegraros, porque alguna parte de vosotros que nos os gustaba, la estáis empezando a amar…
Y es que el amor…obra milagros.
Y la sombra…también.