El camino emocional
El otro día pensaba que el proceso de una relación sentimental, se parecía a la experiencia de hacer el Camino de Santiago.
En definitiva, todos somos peregrinos en esta vida que nos va llevando a diferentes etapas, nuevas experiencias y procesos que nos sirven para evolucionar como personas.
En la primera etapa del Camino de Santiago, en el inicio, hay una gran emoción, algo de miedo, pero especialmente una gran ilusión y expectación por lo que viviremos en los próximos días.
En la primera etapa de una relación amorosa, hay una gran emoción, algo de miedo, pero especialmente una gran ilusión y expectación por lo que viviremos en los próximos días.
La luna, nos llena de sentimientos y emociones
En Astrología este momento de emoción, de intensidad en la experiencia que se está viviendo, tiene que ver con la luna.
La luna en nuestra carta simboliza todo aquello que nos hace sentir, y que sirve para nutrirnos, alimentarnos, tanto física, mental como emocionalmente. Es como si nuestra mente no funcionará y nos sentimos inmersos en un baño de emociones.
El primer contacto al conocer a una persona, es muy lunar, porque es pura impresión… La persona me cae bien o mal, casi sin que articule palabra alguna. Eso es la luna, captar a través de las sensaciones, intuiciones, percepciones sutiles.
Emociones en la etapa intermedia del Camino de Santiago
Vamos por la mitad y aún nos queda un largo recorrido hasta la llegada, la ilusión y la emoción del principio han bajado y se han estabilizado. Ahora hay que recurrir a la constancia, perseverancia, voluntad y seguir andando sin olvidarnos de nuestro propósito, aunque nos hayan salido ampollas en los pies…
En la etapa intermedia de una relación, en la que llevamos algunos años y hemos recorrido un trayecto juntos, la ilusión y la emoción del inicio también se han apaciguado y tenemos que recurrir a la constancia, la voluntad y una gran dosis de creatividad si queremos seguir al lado de la persona.
La ilusión y la expectación del principio se han convertido en algo más tranquilo y profundo, hemos pasado del enamoramiento, al amor.
La experiencia que nos ofrece Saturno
Aunque en esta fase de la relación, posiblemente “nos hayan salido ampollas en los pies”, porque habrá momentos de todo, caminar juntos con un proyecto en común, es una de las aventuras más apasionantes y gratificantes de la vida.
En Astrología, esta etapa se podría comparar a la experiencia que nos ofrece Saturno, el cual nos habla del esfuerzo, del trabajo diario y de la sabiduría que vamos ganando a través de ello.
Saturno nos habla de que en todo ha de haber un trabajo o un “poner de uno mismo” para que las cosas evolucionen y sigan adelante. Y de ello, sólo nosotros somos responsables.
Última fase del Camino de Santiago. Dejarse ir.
Cuando ya estamos muy cerquita a la llegada…. hay como un “dejarse ir”.
Hemos vivido muchos procesos durante todo el trayecto y por fin, nos llega la confianza de que vamos a concluir nuestro deseo.
Nos vuelve a emerger una ilusión, pero no como la del comienzo, sino algo que va más allá de nosotros mismos…
Miramos a las personas que nos vamos encontrando en el camino y las miramos a la cara, sus ojos están llenos de emoción y esperanza, no hay necesidad de hablar.
Aquello por lo que empezamos, está a punto de alcanzarse.
Yo diría que hay algo místico en la llegada, una emoción estremecedora, que se puede palpar en el ambiente y que hace de todos, una unidad…
En la pareja, también hay que «dejarse ir”,
Cuando una relación de pareja lleva muchos años juntos, hay también como un “dejarse ir”, ya cada uno se conoce lo suficiente, han aprendido a aceptar al otro “tal y como es”.
Y si la evolución de esa convivencia ha sido con amor y conciencia (no un aguantar…) hay una sensación de unidad.
Se han pasado muchas pruebas y sabemos que queremos seguir juntos, hasta que la vida lo decida…
Estas vivencias, en Astrología me recuerdan a Neptuno, pues nos habla de confiar en la vida, en los procesos, y en “dejarse ir…”. En que a veces perdemos algo, pero ganamos mucho más.
Es la sensación de sentirse unidos, porque sabemos que en el fondo, todos somos iguales. Nos habla del AMOR en mayúsculas, que va más allá de un primer enamoramiento y que requiere un largo recorrido, pero sin olvidarnos de lo primordial….disfrutar en el camino.
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