La publicidad forma parte de nuestras vidas. Es así, nos guste o no. La duda a plantear entonces es; ¿convivimos con ella o somos controlados por su gran poder de persuasión?
Sobre todo cuando somos niños, tenemos la capacidad de reírnos unas 300 veces al día: no hay problemas, no hay discusiones y temas por los que preocuparse. Aunque a medida que van pasando los años es una capacidad innata que hay que ir ejercitando.
Somos una sociedad conectada. Vivimos pegados a una pantalla; la del ordenador en el trabajo, la del teléfono móvil mientras paseamos, la de la Tablet mientras vamos en transporte público… La pregunta que podríamos formular, entonces, es: ¿Qué hacemos mientras estamos conectados?
Ser feminista es mucho más que buscar que los hombres y mujeres sean valorados de la misma manera. Es más que luchar por las mismas oportunidades para ambos. El feminismo justo y real también cuestiona los antiguos roles y deberes que la sociedad les asignó al hombre y a la mujer.
Cada vez resulta más común ligar a través de la red. Día tras día, millones de “likes” se dan a través de aplicaciones varias para empezar a conocer a alguien. Y es que cuando nos encontramos detrás de una pantalla, todo parece más fácil, pero…
Seguro que todos tenéis una lista de vuestras canciones de amor favoritas en el dispositivo electrónico que utilicéis con el fin dejar volar vuestra mente y vuestro corazón por un cielo que en lugar de estrellas, está decorado por notas, melodías y rimas.
Dicen que el amor no hay que esperarlo, sino ir [...]
El rápido crecimiento que protagoniza Internet y la cantidad innumerable de dispositivos capaces de capturar imágenes y vídeos y publicarlos al instante ha supuesto una vía que pone en peligro la propia imagen y la privacidad de cada uno de nosotros, sobre todo si hablamos de menores.
¡Clinc, clinc!, hacía el dado rebotando dentro del cubilete. Adán lo agitaba de forma rutinaria con la mirada fija en la pantalla; era el único ruido que rompía el silencio de la sala. La noche había dejado las estrellas fuera de la zona de control. Era el ama del aburrimiento habitaba entre las cuatro paredes del habitáculo.
La soledad ha sido abordada como un problema social. Pero quizás nos encontramos con una cuestión individual que hemos convertido en una epidemia innecesaria y cuyos síntomas quizás hayamos experimentado sin notarlo.