La definición de soltería
En esta vida hay algo que resulta evidente; no hay nada como estar enamorado/a. Compartir momentos y experiencias con alguien del que estás colgado/a es algo maravilloso, de eso no hay duda, ¿pero qué pasa con aquellas personas que no tienen pareja?
Algunos así lo han decidido, para poder vivir a su aire sin dar explicaciones, a otros parece que les cuesta más dar un paso… ¿Qué les pasa a estas personas por la cabeza? En el mundo existen distintos tipos de solteros/as.
El mundo está formado por solteros/as; también por casados/as, parejas realmente enamoradas, viudos/as… Pero sobretodo por solteros, una gran parte de la sociedad que parece que, a lo largo de los años, ha llegado a convertirse en un nicho de mercado para muchísimas marcas y/o empresas que pretenden potenciar este estado civil mediante productos exclusivos para ellos. No obstante, no debemos olvidarnos de la existencia de aquellos negocios que quieren precisamente “eliminar” este concepto mediante el ofrecimiento de herramientas para conocer a otras personas. Ambas percepciones, evidentemente, son lícitas; aun así, hay algo en lo que se quiere incidir mediante este artículo, y es lo siguiente: ¿Qué significa verdaderamente ser “soltero/a”?
A lo largo de la historia hemos ido observando como esta “vocablo” ha permanecido en los discursos diarios de la mayoría de la sociedad, pero, ¿acaso alguien conoce exactamente lo que supone el hecho de “no tener pareja” a nivel social, psicológico?
En el artículo titulado bajo el nombre de “¿Qué ha pasado con el tête-à-tête?” pudimos observar que en España hay aproximadamente unos 6 millones de solteros/as, un dato que nos ofrecía el programa Equipo de Investigación de “La Sexta”.
Parece que a estas personas se las está metiendo a todas dentro de un mismo saco, sin diferenciar ni tener en cuenta qué es lo que pueden sentir en referencia a la soltería, y es precisamente esta la razón de ser de este artículo; entonces, vamos a empezar por el principio…
Según el diccionario de la Real Academia Española, “soltero, ra” es un adjetivo que proviene del latín “solitarius” (solitario, aislado), el cual significa “que no se ha casado” y/o que está “suelto o “libre”.
Hasta aquí todo bien, pues el concepto de “soltería” es algo que conocemos todos a la perfección, y el propio hecho de formar parte de esta categoría de la sociedad puede ocurrir por varios motivos; por no haber encontrado todavía aquella persona que te remueve todo tu cuerpo, porque dicha persona prefiere disfrutar de su propio tiempo sin necesidad de tener que compartirlo,… multitud de razones con las que nos podríamos extender de una manera más bien “preocupante”.
Es así como, debido al gran número de motivos por los cuales una persona puede resultar ser soltera, se cree conveniente listar un seguido de “niveles” en los que categorizar a estas personas según aquello que sientan respecto la sociedad y respecto ellos mismos. Para ello, se ha recogido un extracto de un escrito presentado por Arturo Torres, psicólogo, en la página web “Psicología y mente”. Lo veréis claramente a continuación:
1- Solteros independientes
Se trata de personas que prefieren vivir sus vidas sin compromisos o nudos fuertemente arraigados; personas que quieren sentirse libres y hacer aquello que les apetezca sin tener que dar explicación alguna.
2- Solteros autosuficientes
Estos ven la soledad como un aspecto más de su vida, sin otorgarle ninguna connotación negativa, pues al gran tiempo que pasan solos se acostumbran a unos hábitos de vida en que las relaciones en pareja pierden interés.
3- Solteros aislados
En este caso nos encontramos con una tipología de personas a las que, debido a la gran dificultad que les supone relacionarse con los demás, en muchas ocasiones no pueden disfrutar de una pareja con la que compartir su vida, aspecto que ven como un grave problema.
4- Solteros de baja autoestima
Uno de los problemas más sonados dentro de este “mundillo” amoroso es el de aquellas personas que no se quieren lo suficiente a sí mismas. Sus propios pensamientos, totalmente irracionales, les bloquean y no les permite ser lo suficiente atrayentes.
5- Solteros existenciales
Los “existenciales” viven decepcionados con la sociedad en general y el hecho de constituir una pareja, crear un vínculo emocional íntimo, parece no aportarles nada. En cualquier caso, en caso de entrar en una relación amorosa, nunca admitirían sentirse realizados gracias a la otra persona.
6- Solteros ideológicos
Es probablemente, actualmente, el menos común de los casos, pero existen aquellas personas que su ideología / religión les impone “líneas rojas” en el momento de relacionarse con los demás, llegando a rechazar a personas que, a pesar de resultar atractivas para ellos/as, no estén dispuestos a cumplir, quizás, con su doctrina.
7- Solteros de transición
Se trata de los solteros con mayor probabilidad de éxito (a medio o largo plazo), pues hacen de la soltería una “transición” entre una relación y otra, de manera que están continuamente examinando “el terreno” para ver quién les podría encajar.
8- Solteros por aprendizaje
Personas que, a priori, rechazan el hecho de entrar en una relación por sus malas experiencias vividas, la mayoría de ellas mediante relaciones que han resultado ser tóxicas. Algunos de estos llegan incluso a tener filofobia, que vendría a ser un trastorno social que hace que una persona sienta estrés, presión y/o ansiedad en cuanto se plantea el hecho de mantener una relación emocionalmente íntima, de pareja, con otra persona.
¿Eres soltero/a? Entonces déjanos preguntarte… ¿Te has sentido identificado con alguna de estas categorías?
Desde Zhazz apoyamos a aquellas personas que prefieran ser dueños de su propio tiempo, de eso no hay duda, pero, de la misma manera, queremos insistir en un hecho; tanto quieras como no conseguir alguien con quien compartir tu vida, es indispensable que te quieras a ti mismo, que te valores, que estés a gusto con quien eres.
Una vez vivas en este “estado”, verás cómo la vida fluye de una mejor manera… Y lo más importante: tus relaciones amorosas resultarán ser mucho más placenteras, mucho más felices, mucho más estables.