Benching: ni contigo ni sin ti
Hace unos días os hablábamos del “Ghosting”, que significa que la persona a la que estás conociendo deja de dar señales, desaparece de tu vida sin darte ninguna explicación. Hoy os traemos una nueva definición relacionada con este concepto: el Benching.
Empiezas a quedar con alguien y parece ser que tenéis un flechazo, lo que supone ir quedando cada vez con más frecuencia y compartiendo más experiencias cada día que pasa y con el tiempo la cosa se empieza a poner seria. Hasta ahí todo bien. Pero es en ese momento cuando la otra persona empieza a enviarte cada vez menos mensajes, a ponerte excusas para no veros… Y tú empiezas a sospechar que esa historia ya no irá a más. Pero… ¡Eps!, de pronto, pasado un tiempo, te llega un mensaje: “¿Cómo te va todo?”.
Junto con el Ghosting, el Benching se ha convertido en otra de las actividades más habituales de practicar entre los jóvenes a través de sus smartphone y aparatos electrónicos varios. Se trata de una relación tóxica basada en la manipulación que uno de la pareja ejerce sobre el otro dejándole como suplente, siendo su plan B en casos en los que el plan A le falle. Mientras el Ghosting se caracterizaba por la desaparición repentina de una de las dos partes de la pareja, con el Benching nunca pierdes el contacto del todo y la otra persona siempre tiene la esperanza de encontrarse con ese mensaje, esa llamada que le sirva para volver a retomarlo todo.
Lo curioso de esta situación es que la parte afectada, como todos nos imaginamos, sufre cada vez que el/la otro/a le aparta de su vida, pero vuelve a recaer cuando éste o ésta vuelve a aparecer, lo que produce todavía más dolor, dudas e inseguridades. El lado positivo es que, con el paso del tiempo, la persona afectada se hace más fuerte, hasta el punto en el que le pone freno y decide vivir su propia vida al margen de estar dependiendo siempre de otro/a.
A raíz de observar esta curiosidad en varios casos, algunos estudios afirman que los mensajes de la persona que vuelve a dar señales de vida pasado un tiempo suelen provocar reacciones placenteras hacia la persona afectada, llegando incluso a resultar adictivas en su cerebro. Una de las tácticas para seguir alimentando esto es ir dando señales de vida, por muy pequeñas que sean, como por ejemplo un like en una foto, de forma que consiga que su plan B no se olvide de él/ella ni pierda el interés para cuando “le/la necesite”.
Desde Zhazz queremos dar un consejo a todas esas personas que estén pasando por una situación de Ghosting o Benching o que conozcan a alguien que lo esté viviendo: pedir ayuda de terceras personas que os puedan abrir los ojos. Desde dentro es muy difícil ver la magnitud del daño que pueden estar haciéndote, pero una persona que te quiera sabrá encontrar el consejo justo para no verte en esta situación. Localizar el problema si has leído este artículo es muy sencillo: piensa si durante su lectura te estabas o estabas viendo a alguien reflejado/a en él.
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