No me haces falta para ser feliz
Cuando estamos enamorados no podemos pensar en otra cosa; nuestra vida gira entorno de esta concepción. Hasta somos capaces de escribir canciones tituladas como, por ejemplo, “Eres mi vida” y/o “Me muero si te vas”… Qué romántico… Qué error más grande.
El amor es ciego, de eso no hay duda.
En cuanto caemos en las redes del enamoramiento eso es precisamente lo único que somos capaces de ver; se trata básicamente de lo único en lo que podemos pensar. Todos los días, las veinticuatro horas.
Al fin y al cabo, este es uno de los objetivos que todos en esta vida esperamos poder cumplir, encontrar al amor de nuestra vida, a aquella persona con la que se nos retuerza la vida entera nada más mirarle. Ya lo dicen, el amor lo cura todo… Bueno, tampoco nos vayamos pasar.
¿Verdad que mientras leías estas palabras has tenido la necesidad de bajar a la calle y pegarle un buen beso a la primera persona que pasase por delante? No te has dado ni cuenta, pero estás siendo condicionado.
Vivimos en una sociedad en la que el consumismo forma parte de nuestras vidas, y es que aquello que quieren de nosotros es que tengamos continuamente una necesidad pendiente de llenar con caprichos de los que luego nos acabamos arrepintiéndonos. Y el amor no es menos. Aquello que hemos visto a medida que nos hemos ido desarrollando ha provocado en nosotros la sensación de que debemos tener alguien a nuestro lado por quien dar nuestra vida, estando dispuestos a ponernos a cantar bajo la lluvia, a escaparnos de nuestras vidas y empezar de cero en la otra punta del planeta sin que nadie nos pueda decir que no podemos estar juntos. Pamplinas.
En el subtítulo de este artículo ya lo hemos mencionado, suposiciones como las de “Eres mi vida”, “Lo eres todo para mí”, “Sin ti no soy nada” y/o “Me muero si no estás” forman parte del día a día de las relaciones de pareja…tóxicas. Todo esto es altamente romántico, de eso no hay duda alguna, pero es necesario que te des cuenta de que con actos como estos lo que estás haciendo en realidad es basar tu vida única y exclusivamente en este sentimiento efímero que provoca en ti de manera indirecta una dependencia emocional hacia la otra persona así como una propia pérdida de identidad al dar más importancia a la relación que no a tu propio desarrollo como individuo.
Aunque en las películas provenientes de la industria del cine se nos muestre que debemos sufrir para conseguir y mantener a nuestro lado el verdadero amor, debemos intentar romper la tela que se está empezando a dibujar en nuestros ojos para ver como el amor, en realidad, significa algo muy diferente.
Amor significa respeto, apoyo, plenitud, bienestar, felicidad, libertad, entre muchos otros sinónimos. ¿Por dónde aparecen el sufrimiento o la dependencia? Ya respondo yo mismo, por ningún lado.
El momento en el que estás soportando a alguien día tras día, el momento en el que dejas atrás tus principios para satisfacer al otro está dejando atrás el amor. Porque no, lectores, eso no significa que le quieras; lo que significa esto es que no te quieres lo suficiente a ti mismo.
Este artículo se basa en la premisa explicada por el psicólogo Walter Riso como explicación de la teoría del “Te quiero, pero no te necesito”, “el amor crea un lazo que se puede convertir en cadena cuando no hay libertad”.
Y es que hay muchas personas que se auto convencen de que, en fin, es lo que hay; hay que aguantarlo, cuando en realidad simplemente tienen miedo de quedarse solos, de no volver a encontrar el amor, y por eso se han ido acostumbrando a esta relación sentimental a modo de rutina. Está por escrito dos parágrafos atrás, todo es efímero, nada es para siempre, y si hay algo que debamos hacer en esta vida es deshacernos de todo aquello que no nos conviene.
¿Por qué? Porqué delante del amor estamos nosotros mismos. El amor es genial, pero debemos tener nuestra propia autonomía y libertad emocional así como nuestros objetivos en la vida como prioridad ante todo. No lo olvides nunca.
Resulta muy importante entonces que queden en nuestra mente grabadas a fuego las palabras de Mamen Garrido en www.elportaldelhombre.com, “Podría estar sin ti y ser feliz; aun así elijo estar contigo porque quiero que formes parte de mi felicidad”.
¿Lo veis claro? Estar al lado de esa persona es algo que hemos decidido nosotros mismos, una opción que hemos considerado y nos ha parecido válida, y en ningún caso tiene que pasar a ser una obligación. Mal vamos si no.
Nunca nos cansaremos de repetirnos. Para poder encontrar el amor y formar parte de una relación estable y sana a nivel emocional debemos, ante todo, conocernos y estar satisfechos con aquello que somos. Una vez lo tengamos claro y estemos bien con nosotros mismos es cuando “las puertas del amor” se nos abrirán ante nuestros ojos y empezaremos a disfrutar de la vida tal y como siempre lo habíamos imaginado”.
Ahora, repite estas palabras: Yo soy la razón de mi felicidad.
También podría interesarte: El individualismo. ¿Qué conseguimos mirando cada uno por nuestra propia felicidad?
Agradecimientos a:
https://www.pexels.com/photo/astronomy-dark-dawn-dusk-573238/ https://www.pexels.com/photo/rear-view-of-woman-with-arms-raised-at-beach-during-sunset-320007/ Photo by Sebastian Voortman from Pexels https://www.pexels.com/photo/blonde-hair-blur-daylight-environment-214574/ Photo by Ben White on Unsplash