El arte de la seducción

Primero de todo vamos a definir el concepto seducción como el acto o acción para atraer, inducir o/y persuadir a alguien con el fin de cambiar su opinión y hacerle adoptar una determinada actitud. Muy relacionado con el ámbito sexual. El verbo seducir proviene del latín seductio («guiar, dirigir y conducir»). Persuadir a alguien con argucias o halagos para algo.

Sin embargo todos poseemos cierto conocimiento innato para la seducción, y según la definición podemos pensar que tiene un punto malicioso, pero no todos los fines tienen que ser “negativos”, por ejemplo, en el ámbito del amor y el enamoramiento. También existen formas de seducción diferentes, más intelectuales. En este articulo anterior os hablábamos de la seducción en la escritura.

En la primera fase del amor, el enamoramiento, debe existir el “cortejo”, y aquí la seducción juega un papel importante, pues debemos mostrar interés pero manteniendo cierta tensión que mantenga la atención e interés del otro, y a la vez, crear un espacio de intimidad y relajación, sentirnos cómodos ambos para llegar al fin a la intimidad. Debemos comunicarlo así, y eso no siempre es fácil…

Cuando conocemos a una persona que nos gusta, juegan en contra los nervios e inseguridades que todos tenemos, pero sabemos que el ser humano está hecho para enamorarse unos de otros con cierta facilidad, y que todos poseemos alguna habilidad que nos hace sentirnos seguros, ¡usémosla!.

El arte de la seducción es una sutil y adecuada combinación de actitud, lenguaje verbal y no verbal,
El arte de la seducción es una sutil y adecuada combinación de actitud, lenguaje verbal y no verbal,

Lo primero que tenemos que tener en cuenta cuando queremos seducir, es la comunicación no verbal, aquí es básico no parecer un “ojeador/a buscador/a de presas” o provocaréis muy probablemente miedo y rechazo. Para ello, los primeros contactos mejor que no sean frontales (son demasiado invasivos), sino laterales (siempre que se pueda) y poco a poco ir girándose hasta colocarse cara a cara, respetar los espacios y los tiempos de proximidad.

Aquí habréis empezado con la comunicación verbal, es importante ir conociéndose y, si podéis, jugar un poco a hacer de ”el ratón y el gato” alternando los roles, ahora uno y luego el otro, viendo esta situación como un juego de dos, con la intencionalidad de dar, dejar de dar haciendo alguna broma un punto maliciosa (con gracia, un “vacile”) y esperar recibir, ver si los roles van turnándose.

Hay que estar atento a las señales, miradas, gestos, roces o caricias. Si esto surge, estaréis en la zona de confort adecuada donde os sentiréis cómodos y dejaréis fluir la conversación para llegar a la intimidad que empieza desde las caricias hasta el beso y lo que surja… ¡así suelen empezar las parejas!

Esto no es una ciencia exacta, pero se ha estudiado la seducción y los patrones que mas suelen funcionar. Si estáis en un momento donde os parece que esto de seducir no es vuestro punto fuerte, no os desaniméis, podéis aprender ¡y mucho!

¿Te atreves…? ¿Crees que tienes algo que aprender? ¿Crees que saber más sobre la seducción puede abrirte puertas al amor?

Júlia Araujo Guerrero

Psicóloga colegiada número 21877

Agradecimientos:

Photo by Jake Davies on Unsplash

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