¿Los videojuegos fomentan la agresividad?
Hay videojuegos que pueden resultar muy agresivos ya su vez son una gran fuente para el entretenimiento de niños y adultos. Estos niños descargan energías del todo provocadas por la emoción del momento y se excitan para poder progresar en el propio juego.
Pero todas estas emociones son provocaciones del todo ficticias, ¿y si por culpa de estas provocaciones se marcaran las conductas reales de estos niños? ¿Y si estas conductas definieran cuáles serán en definitiva sus caracteres?
Los niños deben divertirse. Están en esa edad dónde lo descubren casi todo, tienen los biorritmos altísimos y superan cualquier expectativa planteada por ellos mismos. Es esa edad en la que la fantasía les vuela como un pájaro o como una trozo de papel que es dominado por el viento. Se sienten confortados con un mundo ficticio y se adentran a horizontes que les proporciona curiosidad y alegría en muchas facetas y sentimientos. Pero todo en exceso siempre conlleva poca satisfacción, y puede causar daños en una personalidad y conducta tan voluble y tan delicada como es la de un niño.
Los niños son los grandes reyes del ocio. Saben cómo descontrolarse y también como controlarse dentro de su mundo de juegos y de diversión perfectamente desordenado. Una de las formas más frecuentes y abundantes de ocio en un niño es el jugar a videojuegos. El mundo del videojuego siempre ha estado en alza. Es un imperio al cual abarca millones de videojuegos cada año y millones de niños y no tan niños, que esperan ansiosos poder comprarlos, disfrutarlos, y dentro del vocabulario video-ludópata, «pasar niveles».
Estos juegos están clasificados por géneros, algo parecido a las películas, pero casi todos son de género «acción». El mundo del videojuego no es como en el cine, ya que cuando vemos películas solo somos meros espectadores, mientras que en los videojuegos se te permite ser partícipe de las acciones de sus protagonistas y de sus historias. Te permiten ser el explorador, el asesino, el misionero…etc. Así pues tus sensaciones y excitación son consecuencia de tus fracasos o victorias realizadas en la pantalla, allí dónde se visiona tu juego, tu personaje y tus muchos adversarios.
Pero este no sería ni mucho menos un artículo sobre el mundo del videojuego, sino de las consecuencias de este mundo y de cómo afecta a los más jóvenes. Es por eso que un nuevo informe publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) afirma que los videojuegos violentos podrían llevar a un aumento de agresividad en los niños. Mencionado antes, toda la excitación al jugar a este tipo de plataformas es del todo menos interpretada. Es del todo real, y los nerviosismos que se viven son del todo palpables. Un niño puede mostrar rasgos de agresividad real cuando pierde una partida, como también lo puede hacer un adulto. La agresividad no tiene edades, pero cierto es que un niño lo vive aún más, porqué mientras un adulto, a veces, sabe discernir entre lo que es un juego y lo que es la realidad, a un niño todavía le puede resultar difícil esta separación. Lo virtual de lo real.
De acuerdo con el informe de la APA, la investigación demuestra una relación consistente entre el uso de videojuegos violentos, un incremento en el comportamiento agresivo y un decrecimiento en la empatía y la sensibilidad a la agresión. La investigación consistió en el análisis de 170 estudios sobre la violencia de los videojuegos y consultas a expertos en el área, y si bien descubrió que aún es necesario ahondar en ciertos aspectos del campo, como la violencia criminal, los indicios muestran una propensión a una mayor agresividad. De todas formas y pese a más de 20 años de estudios, las investigaciones en esta área son escasos.
Pero aún así, este informe devela que existe con certeza un vínculo entre los videojuegos y la agresividad, por lo que recomiendan un mejor control a los padres, y a las empresas piden que diseñen juegos apropiados para los más jóvenes.
Porqué en la ficción todo puede ser mero entretenimiento, menos cuando la realidad es poseída por ella.
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