All I Want for Christmas Is You

Last Updated: 02/13/2025By Tags: , , , ,

Corría, o más bien escapaba, el mes de diciembre en el pequeño pueblo de Lorrain. La noche había llegado temprano para abrazar las calles con su oscura penumbra aterciopelada. El cielo poseía la cristalina claridad de un firmamento atrapado en un cuadro, con todas las estrellas fijas en sus coordenadas y sin una nube que se atreviera a enfrentarse al gélido aire para tapar su esplendor.

Cualquiera habría pensado que es un pueblo solitario, pues no había ni un alma en las desiertas avenidas. Sin embargo, había luz en todas las ventanas y si alguien decidiera salir a dar un paseo esa noche, podría oír la sinfonía de risas, villancicos y gritos de alegría de familias que se habían reunido para celebrar la Nochebuena.

Una casa en concreto transmitía una calidez especial. No porque estuviera repleta de personas, con niños corriendo y jugando a la espera de la llegada de Papá Noel y adultos que los observaban mientras intercambiaban bromas y deseos con una copa de champán en la mano. Era un ambiente diferente, más simple quizás, y no por ello peor o mejor. Sencillamente diferente.

La iluminación principal provenía del salón, en el que se podía escuchar la combinación de las melódicas notas de “All I Want for Christmas is You”, el crepitar del fuego y las voces de una pareja mientras decoraban el árbol de Navidad. Si alguien mirara desde fuera podría parecer que el chico estaba hablando de un tema increíblemente serio, dada la pensativa expresión de su cara, con una mezcla de incredulidad y quizás de indignación, y el ferviente tono que utilizaba para defender su postura. Podría pensarse que quizás la decoración del tradicional abeto de plástico que con todas sus fuerzas intentaba simular ser un real había suscitado en el chico profundos recuerdos de su infancia o le habría llevando a pensar en temas filosóficos sobre la vida, la política o la económica. ¿Qué pasaría si dicho alguien pudiera escuchar a la pareja? Bueno…

  • Te digo que no me parece realista esta canción. Dice que ni siquiera le preocupan los regalos, la verdad es que no me lo creo. – dijo el chico mientras colgaba una bonita bola navideña en una rama solitaria del árbol.
  • Bueno, habla sobre como echa de menos a su persona querida y que daría cualquier cosa por poder pasar las Navidades con ella. – le respondió abstraídamente la chica, mientras se concentraba en colocar bien las luces en las ramas – Así que no le importa si hay regalos o no, mientras esa persona esté con ella.
  • Ya, claro. Imagínate que yo estoy mucho tiempo fuera y vuelvo a casa para Navidad, pero no te traigo ningún regalo, ¿acaso no te importaría?
  • Lo que me importa es que me ayudes a pasar las luces por el otro lado del árbol, en lugar de colgar adornos en mi camino que me complican las cosas. – contesto la chica, con un deje de picardía.

El chico, moviendo la cabeza, se levantó para coger la guirnalda de luces que le extendía la chica al otro lado del árbol, mientras murmuraba, en voz suficientemente alta para que le oyera, por cuarta vez esa noche:

  • No entiendo por qué no me dejas poner velas de verdad en el árbol, con lo bonito que quedaría…
  • Por última vez te lo digo, me da igual lo bonito que pueda quedar, ¡los árboles son inflamables!

El chico rio por lo bajo, sintiéndose realizado en su misión de chinchar a la chica, y cuando ésta estiró la mano para coger la guirnalda, el chico se la cogió y tiró de ella hacia arriba, incorporándola de manera suave en un lento baile en el centro del salón al son de la nueva canción que estaba sonando, una lenta balada navideña.

  • Eres tan sexy cuando te enfadas. – dijo el chico con una sonrisa de suficiencia mientras le daba a la chica un beso en la nariz.
  • Eres tan frustrante… siempre. – le replico la chica con tono molesto, pero se relajo en sus brazos y se dejo mecer al ritmo de la tranquilizadora melodía.

Y así se quedaron, el uno en los brazos del otro, en el centro del salón, con un árbol a medio decorar y el aroma de la Navidad en el ambiente. Si alguien hubiera estado mirando en ese momento, podría haber sentido, incluso a través del cristal, la paz y tranquilidad que transmitían esas dos personas, como si nada más en el mundo pudiera importar porque se tenían el uno al otro. Dicho alguien se alejaría, con el corazón lleno y pensando que poder compartir momentos así con tus personas queridas era mejor que cualquier regalo que te pudieras encontrar debajo del árbol a la mañana siguiente.

Imágenes de:

https://pixabay.com/es/navidad-angel-alas-de-%C3%A1ngel-1824744/

Leave A Comment