Sobre todo cuando somos niños, tenemos la capacidad de reírnos unas 300 veces al día: no hay problemas, no hay discusiones y temas por los que preocuparse. Aunque a medida que van pasando los años es una capacidad innata que hay que ir ejercitando.
Sobre todo cuando somos niños, tenemos la capacidad de reírnos unas 300 veces al día: no hay problemas, no hay discusiones y temas por los que preocuparse. Aunque a medida que van pasando los años es una capacidad innata que hay que ir ejercitando.